Caixa de Texto:  e-ISSN 1984-7246   Entrevista com Raquel Gutiérrez Aguilar  

Hacer, Sostener, Luchar: produção do comum, feminismos e território como ato político[i]

 

 

         Entrevista concedida a:

 

Fabiano Bernardes da Silveira

Universidade do Estado de Santa Catarina (UDESC)

Florianópolis – SC, Brasil

lattes.cnpq.br/7304906132428687    

imageorcid.org/0009-0008-1486-9301   

fabianobernardes.s@gmail.com     

 

 

Liliane Moreira Brignol

Universidade do Estado de Santa Catarina (UDESC)

Florianópolis – SC, Brasil

lattes.cnpq.br/6340563730517479  

imageorcid.org/0009-0000-3840-0139   

lilianembrignol@gmail.com     

 

                        

 

 

 

 

 

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Apresentação

A entrevista originou-se da vinda da Professora Raquel Aguilar Gutierrez ao Brasil para ministrar a Conferência de Abertura (Imagem 01) do VII Seminário de Desenvolvimento Regional, Estado e Sociedade - SEDRES. Realizado no período de 25 a 28 de setembro de 2024, o evento foi organizado pelo Programa de Pós-Graduação em Planejamento Territorial e Desenvolvimento Socioambiental (PPGPLAN) da Universidade do Estado de Santa Catarina (UDESC). Esta edição abordou “Os desafios do desenvolvimento socioambiental e as horizontalidades: pontes entre a região, o Estado e o cotidiano”.

Com uma proposta descentralizada, as atividades ocorreram no município de Florianópolis (SC) ocupando o Centro da cidade, principalmente as edificações do Museu da Escola Catarinense (MESC), do Palácio Cruz e Sousa (sede do Museu Histórico de Santa Catarina), da Casa da Memória Anita Hoepcke, do Museu Victor Meirelles, da Sede do Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE), e as dependências da UDESC no campus localizado no bairro Itacorubi.

 

Imagem 01 - Professora Raquel Gutierrez durante a sua Conferência de Abertura do VII SEDRES

Fonte: Bruna Migliorini (setembro/2024).

 

Raquel Aguilar Gutierrez é professora de Sociologia na Benemérita Universidade Autónoma de Puebla, no México. Com formação em filosofia, matemática e ativismo, pesquisa sobre a experiência das lutas indígenas e camponesas na América Latina. Em meio aos entramados comunitários que se tecem como enredaderas, a professora nos convida a observar junto das lutas que produzem o comum. Não como um conceito estático, mas como relação social viva, antagônica ao capital e enraizada na horizontalização dos fazeres. Em suas palavras ecoam os ensinamentos dos povos de Oaxaca, onde o trabalho coletivo (seja na minga, na assembleia, nos cargos rotativos ou na festa) é o gesto político de reprodução da vida. O Comum se faz trama, entrelaça corpos, territórios e rebeldias, tensionando as hierarquias do patriarcado e do Estado.

E é nessa trama que os feminismos criam alianzas insólitas, inesperadas - entre as jovens que ocupam as ruas contra todas as violências e as mulheres que defendem a água e a terra, entre as mercaditas de troca solidária e as redes agroecológicas que desafiam os desiertos alimentarios. A professora Raquel nos mostra como o Estado, enquanto mediador das instituições, tenta fragmentar as lutas, reduzindo-as a pautas isoladas; mas também aponta a potência do desborde: quando as lutas escapam aos moldes impostos, preestabelecidos, e se reinventam, se reorganizam, em processos lentos, como os das assembleias constituintes que merecem tempo para germinar.

Seu relato, aqui registrado, é um chamado afetivo a enredarnos nas causas que não cabem em categorias pré-fabricadas, porque o comum, afinal, é sobre hacer, sostener, luchar.

A entrevista apresentada a seguir foi gentilmente realizada num sábado primaveril, em Florianópolis, próximo ao mar, no dia 28 de setembro de 2024. Nossa conversa está gravada, com cerca de 45 minutos de duração, e integralmente sistematizada em quatro blocos sequenciais.

São eles:  Trama 1 “claves de los comunitarios” como relação social; Trama 2 -  Como estas questões se relacionam com as lutas feministas e de las disidencias contra todas as violências?; Trama 3 -  Bases territoriais e Trama 4 -  Las vivências e experiencias.

 

Trama 1 – Em relação as “claves de los comunitarios”, expressão em referência aos princípios fundamentais, às bases do comunitário, que caracterizam as relações e práticas associadas à ideia de “entramado comunitário” (tecido relacional) e às formas de organização coletiva, tema da sua conferência de abertura no VII SEDRES; neste sentido, você poderia falar sobre o que é a produção do Comum?

A ver. Nosotras, en Puebla, hemos trabajado la cuestión de lo comunitario hace bastantes años y usamos, específicamente, un término que es “entramado comunitario”. Así lo planteamos. Entramado, en castellano, quiere decir “entrevero”, es la manera cómo se van, digamos, desarrollando las enredaderas, combinan, se tensan, en fin: entramado comunitario.

Y justamente queremos darle esa vuelta porque no queremos pensar en una comunidad cerrada. Nos parece que hay mucha dificultad - a veces - en hablar de “comunidad”, sentimos que es un término del cual se ha abusado. Por ejemplo la comunidad universitaria!

¿Cuál es eso?

¿Por qué es una comunidad?

¡¿Simplemente porque pertenecen a una misma universidad?!

Aunque haya relaciones jerárquicas, aunque se concentren las decisiones; comunidad nacional es lo mismo. “Comunidad” es una palabra que nosotras sentimos ambigua, y además un poco atrapada por cierta tradición de la antropología, que quiere determinar exactamente qué es la comunidad, quién es la comunidad, cómo la delimitas. Y más bien, queremos entender lo comunitario a partir de cómo se enlazan los Haceres, de cómo se enlazan y se organizan, lo que las personas hacen y hacen en torno a la reproducción de su vida colectiva.

Ese es un poco el giro.

Por eso llamamos entramado comunitario. Algunos entramados comunitarios que están dando vueltas y se asocian para algunos aspectos, para el sostenimiento de algunos aspectos de su vida colectiva, como proyectos, por ejemplo, cooperativos de vivienda, como proyectos de rede de mercados populares para sostener una parte del consumo de las familias, montar proyectos por la ciudad etc.  En esas cosas, vemos que a veces hay producción de trama comunitario y trama, en castellano, tiene 2 sentidos:   trama es como los vínculos, como de un tejido. Pero, trama, también es el argumento, o el sentido que se produce. Por ejemplo, preguntarías sobre la trama de una película y su argumento.

Entonces usamos la palabra “entramado” en los 2 sentidos. Porque a la hora que se juntan, se producen y se sostienen esos vínculos que giran en torno al sostenimiento cotidiano, o estratégico de cosas, hay también un sentido que se va produciendo, un sentido que va ritualizando, que va creando novedad, que tiene significado y potencia política. Esa es una cosa que nos parece muy importante plantear.

Ahora, muchos capacidades comunitarias, las hemos aprendido y están resguardadas y son practicadas por los pueblos indígenas de este continente [Americano]. Claramente las hemos aprendido allí. Las hemos aprendido a distinguir en la manera cómo se organiza el trabajo comunitario para algún fin común.

¿En cómo se decide el uso de los excedentes que se generen?

¿En cómo se produce, o como se designa la autoridad?

¿Cómo se hay mecanismos rotativos de la autoridad?

Aprendemos muchas cosas sobre lo comunitario en los pueblos indigenas. Pero, nuestro punto es que - y lo voy a decir, como lo decimos siempre:  lo comunitario no es necesariamente indígena y lo indígena no es necesariamente comunitario. Hay prácticas indígenas, asuntos indígenas, que no son comunitarios y que más bien van moviéndose hacia formas liberales de la política.

Hacemos todo el tiempo un contraste entre las formas políticas comunitarias, colectivas, que no delegan, aunque pueden representar, que establece, en términos de inclusión, que tienen mecanismos de rotación o de distribución del poder etcétera. Y los mecanismos liberales más odernos que se basan en otras formas, como en individualización, generalmente jerarquía muy clara, periodos de tiempo de la autoridad en la cual no se puede pedir cuentas, etcétera. Y de allí es que siempre estamos esto.

 

Entonces, aprendemos de los pueblos indígenas de Abya Yala, pero pensamos que lo comunitario es la capacidad de producción de una relación que le llamamos de “producción de lo Común”, que entendemos lo común como algo muy claramente antagónico al capital, y decimos que lo común es una relación social. Es una relación social porque está ligado al sostenimiento inmediato de la vida, a los valores de uso, a las capacidades creativas de las comunidades, y van tomando una forma política. Eso que es lo principal, se tensa, se es pensado, es golpeado o es intervenido por relaciones del capital y está marcado también por relaciones de la historia colonial - que marca y que connota los cuerpos.

¡No es lo mismo ser blanco que lo negro!

¡No es lo mismo ser indígena que mestizo!

¡No es lo mismo ser varón que mujer!

¡No es lo mismo ser disidente que mujer!

En fin, sí que connotan los cuerpos.

Entonces, la producción de lo común, insistimos en que se produce lo común, para distanciarnos de estas corrientes más recientes que han comenzado a hablar de lo común - a nuestro juicio - de una manera un poco cuidadosa. Las cosas se vuelven comunes a partir de la relación social que se establece con ellos. A ver  ejemplo, el mar. Ahora las 200 millas marinas de aguas nacionales, la manera en la que se hacen concesiones privadas de pesca que sacan a unos y sacan a otros, deja de ser común.

Deja de ser común.

Sí, me explico, entonces, no es la cosa lo que es común es la forma en la que las personas se relacionan entre sí, con la cosa y a través de las cosas.  Ahí buscamos en tender la manera cómo se arma esta trama, qué es producir sentido y sostener vínculo.

Entonces, por eso, no es solo indígena. Para nosotros, producir lo común es una cosa de entrelazar haceres, entrelazar trabajos, coordinar, asociar, colaborar. Pero, colaborar de manera estable en el tiempo para determinados fines. Entonces, se hace común para cuidar un determinado bien, por ejemplo, o para limpiar un camino, o para mantener una lucha y sostener una pugna en una escuela universitaria etcétera. Se hace común en tanto están los fines, se van entrelazando y, lo que se va logrando, se decide cómo se usa y cómo se nadie se lo apropia, pues nadie se lo apropia o ahí se discute cómo se gestan cosas.

Entonces, es una categoría que le llamamos de “categoría crítica”, la producción de lo común, y lo común lo vemos como esta categoría crítica. En tanto es antagónica al capital y es un mecanismo de horizontalización, no horizontal, sino que se guía por la horizontalización, es decir. No amplía la jerarquía, sino que la trata de achicar, pero no tampoco la aplasta, y pretende un igualitarismo absoluto qué solo va a esconder la jerarquía. Exacto?

Este es un es un proceso de achicamiento de la jerarquía, de discusión de la jerarquía, de su desarmado paulatino en el tiempo. Por eso, la producción de lo común es una categoría crítica. Trata de relanzar el valor de uso, se ancla en la reproducción de la vida, en cosas concretas, si intenta horizontalizar. Esas serían como rasgos importantes de la producción de lo común.

Ahí passo, a cómo le llaman en los pueblos de Oaxaca, y Jaime Martínez Luna le llama “Comunalidad” - Bueno, Jaime Martínez Luna y otra corriente grande, Floriberto Díaz, en fin, varias personas lo llaman comunalidad. Ellos siempre empiezan diciendo: Comunalidad es una manera de compartir. De compartir lo que se hace, lo que se logra, lo que se crea; y dicen, se funda en el trabajo.

Ahora, pero, cuando dicen trabajo, hablan del trabajo colectivo. No hablan del trabajo asalariado, sino del trabajo para lo colectivo. Hay algunos lugares donde hay palabras para hablar de trabajo colectivo.

Ustedes [en referencia a la organización del evento VII SEDRES] estuvieron en un intensísimo trabajo para lo colectivo - dando servicio, dando servicio, dando servicio. Bueno, capaz que fue mucho. Capaz que ahí no hay mucha medida, ahí tendrían que ver. Pero, ustedes estaban haciendo un trabajo para el, para sostener este encuentro que hubo aquí en su ciudad, en su universidad.

Es ese trabajo para lo colectivo. Los quienes sostienen la comunalidad dicen hay que distinguirlo así como trabajo y distinguen cuatro formas, fíjate. Dicen:

1 - Trabajo para producir lo que vamos a compartir:  Ese trabajo de todos trabajando para hacer es minga. “Minga” es en los Andes y “tequio” es en el Oaxaca.

2 - Trabajo para producir decisión: Asamblea. Es decir se hace Asamblea, se da tiempo para la Asamblea, se discute en la Asamblea. Lo piensan como un trabajo para lo común. Por sí es tiempo es atención.

3 – Trabajo para organizar el trabajo: Estos cargos que se toman y que por eso no es totalmente horizontal, hay autoridade; ¿Quién se va a encargar?, ¿quién va a ser responsable de más cosas?, ¿quién va a ser responsable de este pedazo, de este pedazo de este pedazo? ¡Es trabajo! Encargarte de pedazos, es trabajo.

4 -  Trabajo para el goce: Es decir, se produce fiesta. Eso es muy típico en el ámbito de Oaxaca y de todos los pueblos indígenas, al menos en Mesoamérica. Porque la fiesta, en realidad, es trabajo para producir enlace con otros.

Todo lo ven como trabajo, y lo piensan así. Y es muy importante pensarlo así. Porque ese trabajo, obviamente, está tensado por el trabajo asalariado. Si tú tienes que trabajar 14 horas de trabajo asalariado, no tienes tiempo para hacer el trabajo de lo común. Si tú quitas el otro trabajo amplias acá, etcétera. Nosotros eso también lo recuperamos.

Entonces, pensamos que la producción de lo común es un enlace de haceres. Ellos lo piensan, la comunalidad lo piensa, desde las formas tradicionales, indígenas, Zapotecas, Mijes etcétera, del estado de Oaxaca. La producción de lo común es un esfuerzo de generalizar eso para poderlo pensar más allá. O sea, comunalidad, para mí sería lo que hacen los pueblos de Oaxaca. Es la forma específicamente oaxaqueña de producir común se llama “Comunalidad”. Le dieron nombre.

Producir lo común es una cosa que puede generalizarse y se produce común más allá de lo indígena. Cuando se estabiliza en el tiempo, un compromiso entre algunos que se asocian, trabajan juntos, se dan reglas y van a sostener en el tiempo una temporada. Van a hacer cosas concretas, no van a hacer acuerdos de idea. No van a hacer acuerdos de palabra. Van hacer acuerdos de acción, van a hacer en común y tienen que decidir cómo hacer en común. Tienen que organizarse para hacer en común. Es un poco parecido.

Bueno, esa es un poco la manera en la que nosotros vemos. Por eso, no es una cosa, o no es un asunto lo común que puedas estudiar sólo en el ámbito jurídico o solo en el ámbito de los movimientos sociales, sentimos que es una relación social, una capacidad humana de creación, de politización y de enlace que brinda y amplifica posibilidades de lucha.

 

Trama 2 -  Como estas questões se relacionam com as lutas feministas e de “las dissidências” contra as violências?

Yo vería de dos maneras en las que está abierta la relación, aunque a veces la relación no es tan clara. Por un lado, las luchas de las mujeres de los últimos años, de los últimos 10 años, en varios lugares de América Latina - en Argentina, en Uruguay, en Chile, en México - han sido luchas de desborde. Luchas muy intensas que desbordaron agendas previas, digamos, y que sacaron una gran cantidad de malestar de mujeres jóvenes y de otros cuerpos, por lo general jóvenes contra el conjunto de violencias que estaban siendo recibidas.

Eso por una parte; y por otro lado, entró em juego. Empezó a aparecer otra historia y hacerse muy visible, una historia de luchas de defensa territorial, más campesinas, más rurales, protagonizadas por mujeres. Es un fenómeno que ocurrió de manera simultánea, aunque a veces separada, qué empezaron a emerger dos torrentes distintos y que sí lograban a veces tocarse en términos de la lucha contra las violencias.

Entonces, eran como dos torrentes. Las muchas luchas de defensa territorial en el momento de la expansión del área negocio, en el momento de la expansión de la minería, en el momento de la ampliación y de la proliferación de las represas, de la construcción enloquecida de carreteras para que circulen mercancías en el momento del establecimiento de corredores de maquila, en fin. Todo este momento muy grande de expansión del capital ha sido respondido de múltiples maneras por luchas de las mujeres, generalmente en defensa de la vida -  Así lo anuncian, en defensa de la vida - y tratando de parar esos procesos destructivos sobre sus territorios. Y eso ha ocurrido, al menos en México, ha sido así. En Uruguay ha sido parecido, en Argentina ha sido parecido, de manera paralela a que este conjunto inmenso de mujeres jóvenes empieza a salir a la calle y a decir que están hartas de una cantidad enorme de violencia.

Entonces, a veces se tocan estas luchas, a veces no se tocan. Y hay un esfuerzo estatal muy grande para que no se toquen, para que no se toquen. Estableciendo las luchas territoriales, tratándolas de anclar y de cerrar en sus propios territorios y que no tengan otros vínculos. Y en las luchas de las mujeres jóvenes, tratando de establecer sus luchas contra todas las violencias - únicamente - como luchas contra la violencia sexual y de género. Restringiendo, cercano.

Eso ha ido pasando en los últimos años y durante la pandemia pasó muchísimo. Hubo mucho dinero para tratar de cerrar en las luchas de las mujeres, en luchas contra la violencia de género y violencia sexual.

Es muy importante pelear contra eso, pero, es también un cierre de muchas de las cosas que estaban siendo puestas en el tapete y de bloquear, lo que algunas feministas llamamos “alianzas insólitas”. Alianzas que no son previsibles, alianzas de mujeres, de muy jóvenes que pueden vincularse con otras mujeres de un territorio que está defendiendo el agua y que empiezan a armar maneras de apoyar y maneras de vincularse etcétera. Bueno, se bloquea cuando se circunscriben, cuando se establecen formas de administrar esos problemas segmentados.

Yo siento que eso ha pasado mucho en los últimos, sobre todo en los años de la pandemia. Y después.

¿Y luego qué han hecho las muchísimas protagonistas de las luchas urbanas, aquellas contra todas las violencias?

Han creado una gran cantidad de cosas - No sé cómo sea aquí, porque realmente no conozco aquí en Brasil, eso se me va mucho - Pero, en Chile, parcialmente en Bolivia, en México, en Argentina, ha habido una gran creatividad de estas mujeres en lucha que se conocieron en la calle y que han empezado a hacer todo tipo de cosas: escuelas feministas, organizaciones de cuidado recíproco, cooperativas de varias clases, editoriales para producir sus materiales, las “mercaditas”. En México, ahora hay una campaña fuerte de mercaditas - se llama como mercadito, pero con la letra “a” - entonces, lugares donde se instalan los sábados y los domingos, y se intercambian las cosas, no se venden, se compran acá.

Hay todo un esfuerzo por tramar. Así, más allá del Estado y por tramarse, a veces muy frágil, a veces más largo, a veces más difícil etcétera. Pero hay un esfuerzo sostenido.

En la camisa de la violencia sexual y de género, o sea, pelean contra eso, pero no solo. Y tratan de buscar otras cosas. En México, por ejemplo, en el centro de la Ciudad de México, es muy interesante como las mercaditas acogen a otras vendedoras que no están en el movimiento de las chicas, digamos, pero que son señoras que están, que vienen a vender sus cosas. Las acogen, se arma, se amplía la red. Sí, y habrá sus problemas, Claro que sí habrá. Pero van aprendiendo también a cómo resolverlos.

Entonces - yo ahí, es como veo - que hay una posibilidad de ampliación de la capacidad de producir común a partir de este tipo de alianzas - más o menos insólitas -  y veo unos grandes esfuerzos por parte del Estado, de ONU Mujeres, de las instancias internacionales etcétera, por desorganizar esos esfuerzos porque son lógicas distintas. En el caso de la manera, cómo se aplican las políticas públicas de arriba para abajo, generalmente es un esfuerzo por volver legibles a determinados sujetas y sujetos y delimitados, es decir, identificarlos.

Cuando lo que están haciendo las otras es más bien enredarse, vincularse, confundirse, mezclarse. Pero lo que reciben desde arriba es lo contrario. Son esfuerzos enormes por segmentar, por establecer términos de distinción. Yo veo una fuerza organizativa de base - que va difícil, lenta -  pero veo también muchas acciones desorganizadoras desde el Estado para mantener distancias entre estas sujetas. Sí, para forzar distancias.

 

Trama 3 -  Professora, é possível que haja uma base territorial para que estes acontecimentos possam tornar-se mais evidentes? Seria o território um viabilizador das lutas?

Muchas de estas luchas no tienen claramente una base territorial. Algunas, sí, algunas no. Por ejemplo, en las colonias más peligrosas, o en los barrios más peligrosos, en las ciudades muy grandes, hay, a veces, movimientos feministas de base territorial. En México hay feministas de Ecatepec, un lugar al norte de la ciudad, que es un barrio popular bastante duro, pues ha habido una gran cantidad de agresiones y mucho feminicidio. Ahí, compañeras que están allí y que llegan, hablan de un feminismo popular y periférico - así lo dicen - contra todas las violencias y van armando base territorial, se van anclando territorialmente. Pero están en lugares muy hostiles, porque sus territorios, por sí, son muy hostiles.

En otros lados, digamos, más rurales, de base territorial más clara y donde la reapropiación del territorio, o de pedazos del territorio, o de las disputas por el agua, las disputas por determinado segmento del bosque etcétera, han sido logrando contener el avance del capital. Allí, es donde yo veo que se notan las mayores capacidades políticas de estas formas comunitarias que disputan con el Estado y plantean dos cosas: por un lado, el respeto de las formas que han mantenido, el respeto de sus propias prácticas políticas.

O sea, que no quieran venir desde el Estado a desconocer ese tipo de formas organizativas y de prácticas políticas para imponer otras, por una parte; Y por otro, siempre están, al menos en México, exigiendo esta cuestión del respeto, lo plantean como una especie de medida de igualación. Tú no vengas a mandar, ven a escuchar, toma la necesidad. Y a veces se puede y a veces no se puede. Porque, a veces, hay momentos en que el estado viene con todo para imponer determinado tipo de política pública que lo van a hacer. Entonces, ahí, empieza una confrontación más directa, digamos. 

Hay entre estas múltiples maneras de crear, enlazarse, buscar maneras para reproducir la vida, para garantizar el sustento colectivo de algunos y después enlazarse y enlazarse. O sea, tiene capacidad de generalización. Yo veo entre eso y el avance de las fuerzas productivas del capital una contradicción casi insalvable.

Un otro ejemplo: lo pensé mucho con la compañera que investiga los deciertos alimentarios [está se referindo à pesquisidora e nutricionista Alessandra Maximiano Dias, mestranda do PPGPLAN que investiga as relações socioespaciais a partir da análise crítica dos desertos alimentares]; como es antagónico, para garantizar la reproducción de los escolares, de los estudiantes, que van a la escuela. Se compran y se ofrecen productos ultra procesados y productos de consumo local y enlazándose, ir armando con redes agroecológicas productivas. O sea, el dinero se gasta o en uno o en otro, o ahí se negocia. Porque son lógicas, diametralmente distintas.

 

¿Pero es dónde van a ir los flujos del Estado?

¿Que van a ir a apuntalar los flujos del Estado?

¿Cómo se pueden empujar algún tipo de relación con el Estado?

Donde el Estado no tenga inmediata, y no intervenga, no pretenda intervenir inmediatamente en el modo organizativo que se ha dado la trama que está organizando su sustento, que no quiera forzarlo a hacer, a tener personería jurídica, a ser sociedad civil, o asociación, o tener otra estructura.

En el momento neoliberal, que es lo que yo hablaba en la en la conferencia del otro día, además de un enorme proceso de despojo, yo noto un proceso muy hondo, también muy profundo, de desconocimiento de capacidades políticas y de esfuerzo por sustituirlas por otras. Es decir, esas todas esas políticas que vinieron, generalmente desde esta lógica muy alemana del “state building” - eso pasaba como a principios de los años dos miles -  era una barbaridad. Porque era para establecer de arriba para abajo cómo tenían que ser las cosas. Y las personas tenían que caber en una matriz establecida ajenamente. Pero eso no pasa. Esa cosa no más estorba, y esa cosa, este “building” es totalmente funcional a formas mercantiles de resolución de los problemas. Cuando nosotros no están haciendo únicamente eso, a veces hacen cálculos mercantiles, pero hay más cosas puestas en juego. Todo eso se rasura, todo eso se desecha.

Entonces, aunque sí pienso que hay que poner más atención a la manera en la que se podría a vincular, de una manera menos tensa, el Estado con la trama comunitaria, habría que pensarlo. Tampoco, hay que tener tanta confianza. Porque en general, el Estado se va construyendo y de la última temporada se ha ido consolidando para estorbar a lo comunitario. Si lo vemos así.

¿De qué se trata?

¿De cómo se va? ¡Erosionando, boicoteando, haciendo trampa, brincando las trabas, etcétera!

¿O sea, cómo se pueden ir haciendo estas, eludiendo esos límites que se pone?

Trama 4 – Você gostaria de compartilhar um pouco sobre a sua vivência, sua experiência, diante das questões que conversamos até aqui neste último bloco?

Bueno, yo he tenido experiencias de luchas muy variadas, o sea porque ya soy una persona de la tercera edad – risadas -  En Bolivia, sobre todo en la época de los grandes movilizaciones y levantamientos, entre 2000 y 2005, a mí me quedó muy claro que había una pugna, muy generalizada, por un trastocamiento real del Estado.

Hay un mecanismo, que ya se instaló con mucha claridad, que es de una profundo estallido social, a un gran levantamiento, inmediatamente tratar de surtirlo de cocerlo una asamblea constituyente, pero una asamblea constituyente que constituye un Estado. Y, si lo haces rápido, no da tiempo - no da tiempo. Y por eso es tan importante los ritmos, porque no da tiempo a que se procesen los asuntos que se iluminan en momentos de grandes luchas. Fíjense lo que les pasó a los chilenos.

Una cosa increíble para que estuviera pasando en el Chile de Pinochet: movilización, asamblea, búsqueda etcétera. Negociación en noviembre, asamblea constituyente rápido, que sólo tiene 3 meses para entregar una Constitución. Todo rápido, pues todo salió mal. O Sea, este mecanismo se necesita abrir procesos constituyentes diferentes - lentos.

Yo, al menos eso aprendo de la del proceso boliviano, porque el la constituyente boliviana, que duró mucho tiempo, fue muy peleada, muy interesante, y construyó ese Estado Plurinacional. Pero ese Estado Plurinacional se muestra insuficiente - Otra vez, otra vez - Ahí hay una serie de problemas políticos de gran escala, que cómo los vamos a empezar a abordar, digamos, cómo vamos a tocarlos.

En México, estamos ahorita en un momento igual. No hay un momento constituyente, pero hay una mayoría absoluta. En México tiene lo que se llama régimen constitucional ligero, que se pueden hacer reformas constitucionales profundas, con mayoría de 2/3. Y estamos en un proceso un poco alejado de eso - ¡Pero rápido, rápido, rápido, rápido, rápido, rápido, rápido!

 ¿Entonces? Entonces, no se discuten las cosas.

 

¡No se discuten las cosas!

¡Se quitan unos problemas, se ponen otros que no fueron bien reflexionados y, sobre todo, se desconocen asuntos que están siendo discutidos de manera más lenta desde abajo y de otra forma!

¡Porque la cosa es hacer síntesis rápida!

¡Bueno, yo ahorita estoy trabajándolo, intentando pensarlo y... bueno, es eso!



[i] Entrevista recebida em: 15/12/25

  Entrevista aprovada em: 18/12/25